11 de julio de 2010

EL CINE CAPITOL. (La flor y nata de la Gran Vía.)

 
Quizás no sea el mejor cine de Madrid, y posiblemente tampoco sea el más maravilloso edificio de la capital, pero desde luego no podemos discutir que fue, es, y será un emblema de nuestra ciudad, Madrid. El cine Capitol, que estaba inserto en el edificio Carrión llegó a ser el más grande de Madrid y el quinto de Europa. Conozcamos un poco la historia de este inmueble que nació como uno más, y terminó siendo el mejor edificio de su tiempo y uno de los más fotografiados en la actualidad.


Alzado del que sería el definitivo edificio Capitol.

El edificio que ocuparía un intrincado solar  en el tercer tramo de la Gran Vía, con superficie de 17.400 pies cuadrados, propiedad de el Marques de Melín, D. Enrique Carrión y que dominaría la esquina entre las calles Jacometrezo y Eduardo Dato, salió a concurso en 1931 y a este se presentaron varios proyectos de jóvenes arquitectos entre los que cabían destacar a Luis Gutiérrez Soto, Pedro Muguruza o Manuel Cárdenas. Los proyectos tendrían que estar a la altura del emplazamiento de la que sería la puerta del tercer tramo y se vería desde todo el recorrido del segundo.

   

Proyectos propuestos por Pedro Muguruza y Manuel Cárdenas.


Proyecto de Luis Gutiérrez Soto, quizás el más acertado de los tres.



Otro  proyecto presentado por Eduardo de Garay y Juan Zabala.

Como hemos citado en otras ocasiones Luis Gutiérrez Soto maestro con posterioridad de muchos de los mejores locales de espectáculos, se vio estrechamente relacionado con el racionalismo Mendelsoniano y de ahí que este proyecto y los posteriores, como el del Cinema Europa, tuvieran tanta influencia sobre él. Pero en esta ocasión no fue el Sr. Gutiérrez Soto el elegido para proyectar el edificio sino que la tarea fue asignada a los jóvenes arquitectos Vicente Eced y Eced y Luis Martínez Feduchi  este último también influenciado por la arquitectura del berlinés Erick Mendelson. De hecho a su vuelta de un viaje por Alemania coincidiendo con el concurso, trajo un boceto del proyecto  para el edificio Carrión rotulado a espaldas de una postal de un inmueble de Mendelson, los Almacenes Schockers, del que desde luego se vio influenciado.


Imagen de los almacenes Schocken en el Berlín de los años 30.


Imagen actual de otro de los edificios diseñados por Erick Mendelson, desde luego no hay que dudar que tanto Martínez Feduchi como Gutiérrez Soto se vieron atraidos por las sencillas líneas que caracterizaban a estos aerodinámicos inmuebles.

El proyecto escogido fue presentado ante el Ayuntamiento de Madrid siendo este desestimado por exceso de altura, a pesar de que su vecino el Palacio de la Prensa ya sobrepasaba en exceso el límite permitido. Finalmente y tras el abono de la suma de 338.812,50 pesetas a la comisión de Fomento por compensación de altura, se concedió la licencia, aunque tan solo se llegasen a pagar 182.437,50 pesetas. El solar estaba listo y el proyecto también, así que en diciembre de 1932 comenzaron las obras del majestuoso edificio.


Magnífica imagen de la plaza del Callao, en primer término el Cine Callao, a la derecha el Palacio de la Prensa aún en construcción, y en el centro de la imagen el afilado solar donde se levantaría el Edificio Carrión o Capitol.

El edificio que se proyectó para este solar tendría una altura de 54 metros y 16 plantas más dos de sótano y se alzaría con hierro y hormigón armado. Hay que reseñar que en este edificio se construyeron para el sustento del techo de la sala, las que fueron durante largo tiempo las vigas Vierendeel más grandes del mundo y las primeras en España; estas tenían que aguantar no solo el peso de la cubierta del edificio que en algunos puntos llegaban a tener 31 metros de longitud, sino que sobre ellas aún se construirían unas cuantas plantas más de pisos. Además de las construidas en hormigón también se utilizaron de hierro para el vestíbulo del cine.


Una imagen tomada desde el edificio del Palacio de la Prensa, al fondo la calle de Jacometrezo.


Una de las famosas vigas Vierendeel, la más pequeña de ellas que se esconde sobre el vestíbulo de entrada al cine.



La misma viga vista desde el interior del edificio.




Esquema de construcción de cada una de las cuatro vigas Vierendeel de hormigón armado y hierro de tres metros de altura y hasta 31 metros de longitud que cubren la sala de proyecciones.





Imagen de la construcción del graderío de entresuelo realizado totalmente en hormigón armado.

Como hemos reseñado anteriormente sobre las cuatro vigas Vierendeel se levantaron tres alturas más, destinadas a oficinas, no solamente en la cara que daba a la calle de Jacometrezo sino también en la interior, proyecto que nació con posterioridad como una ampliación pero que se ejecutó simultáneamente al resto del edificio.



Dos imágenes del proyecto de ampliación sobre el patio de butacas de tres plantas más.



Sección del edificio, obsérvese las plantas sobre la sala de cine.



Alzado a la Gran Vía del nuevo edificio Capitol.



Presupuesto total del edificio Carrión.

Como hemos comprobado en la tabla anterior no se escatimó en absoluto en materiales de calidad, dando como resultado un majestuoso edificio en el que se instalarían, un café, una sala de té, una sala de baile, una sala de cinematógrafo, oficinas, estudios y apartamentos de alquiler. Todos los muebles del edificio fueron diseñado por los propios arquitectos, plasmando en estos, las mismas líneas que le concedieron a su preciosa fachada. Las obras comenzaron el día 11 de abril de 1931 y se dieron por concluidas con la inauguración de la sala de espectáculos el día 15 de octubre de 1933.



El edificio Capitol recién inaugurado.

El revestimiento externo del edificio se realizó con granito pulimentado en el chaflán, arenisca en las fachadas laterales y caliza de Colmenar en molduras y detalles, confeccionando toda la parte baja del edificio con piedra azul de Murcia y mármoles. Los huecos de fachadas especialmente en el chaflán estaban realizados con ventanas corridas en las que se instalaron persianas de madera individuales curvadas, proporcionando a esta parte un aire muy moderno, funcional y aerodinámico, recordando completamente a la proa de un trasatlántico.


Un magnífico plano en contrapicado del chaflán del edificio.

Podríamos estar horas y horas hablando de los 5.000 detalles del edificio Capitol pero simplemente vamos a hacer un breve recorrido por sus dependencias para no quedarnos con las ganas de visitar el inmueble. En primer lugar y como punto estratégico, citar el café, bar, y restaurante americano, que se instaló en el chaflán curvado con vuelta a Jacometrezo, un magnífico establecimiento en el que reinaban las líneas horizontales y la sencillez.[...] 

El resto de la información la podrán encontrar en la página 107 de mi libro "Cines de Madrid"