26 de septiembre de 2011

EL CINE ASTORIA DE VICALVARO

           El arquitecto Antonio Querejeta proyectó en el año 1948 un local para proyecciones cinematográficas y representaciones teatrales, en un solar propiedad de don Godofredo Boira, situado en la esquina de las calles José Antonio y Nicomedes Llorente en el término municipal de Vicálvaro, en esa época aún no anexionado a la capital.
El local que se proyectaba tenía un aforo de 496 espectadores en una sola planta con localidades de preferencia y general repartidas en 2435 m3 por lo que el espacio por espectador equivalía a 4,8 m3.
El edificio que se construiría en esquina, tenía dos fachadas, la de menor tamaño a la calle en esos momentos conocida como José Antonio ( la principal del pueblo), dejando la otra cara, la mayor, a la calle lateral donde se instalarían las puertas de desalojo directo del cinematógrafo. Sobre la fachada de la calle principal se construiría una vivienda para el propietario, con entrada directa e independiente a través de una puerta situada en un extremo de esta.  En el centro de la misma cara, se ubicarían las puertas de entrada al local, de 4 metros totales de anchura que sumadas a las otras dos laterales de las mismas dimensiones, superaban con demasía las longitudes establecidas por el reglamento para locales en poblaciones menores a 50.000 habitantes.


Fachada principal a la calle de José Antonio.

                En la planta principal se configuraron cinco huecos de ventana correspondientes a la vivienda del propietario, dejando el resto de servicios y  proyección, con ventilación a  la calle lateral o desde un patio creado al efecto en el interior de la finca.
                En la calle lateral y ocupando prácticamente la totalidad de la parcela, se construyó el patio de butacas dejando hueco en sus fachadas para las dos salidas de emergencia anteriormente mencionadas y una puerta más en su extremo para acceso directo al escenario y camerinos. En  la parte posterior  y tras el edificio quedaba un pequeño solar de la propiedad que no sería edificado.


Fachada lateral a la calle de Nicomedes  Llorente.

                Con armadura de hormigón armado se levantaría la estructura del local, cubriendo sus paramentos con ladrillo cerámico de un pie de espesor revocado a la catalana y pintado en tonos claros. El tejado se soportaría con cerchas de hierro cubriéndose con chapa, forjando un cielorraso de doble tablero de rasillas sobre el que se apoyarían las tejas.[...] 

El resto de la información la podrán encontrar en la página 207 de mi libro "Cines de Barrio"