En
1953 el arquitecto José Luis Sanz Magallón realizó un proyecto para un edificio
de viviendas en la madrileña calle de la Princesa nº 63 donde iría inserto el
cine del mismo nombre. Ocupando un solar completamente rectangular de 16,75
metros de fachada y 44,10 de fondo se levantó el nuevo inmueble de seis plantas
que destinó su patio interior a la nave que acogería el cine. Al ser un
edificio de nueva planta y plantearse ante un solar de forma completamente
rectangular se realizó una sala simétrica y de fácil solución, dando especial
importancia a la diafanidad de su vestíbulo. Su fachada de doble altura, había sido
revestida con mampostería por hileras de granito, dejando el gran hueco de
entrada en su centro y a su derecha las taquillas e izquierda el acceso al
portal de las viviendas superiores. Sobre el gran hueco principal se construyó
la marquesina que asomaba a modo de visera sobre las puerta de entrada, en ella
a modo de reclamo se colocaban los grandes carteles pintados que anunciaban la película
y más arriba el luminoso de color rojo
de madera y neón de “Cine Princesa.”
Fachada del
moderno y recién estrenado cine Princesa en 1954.
Planta baja del
cine Princesa.
Cuatro grandes puertas que servían de acceso y desalojo al
local nos daban ingreso al amplio vestíbulo que además tenía doble altura y
desde donde arrancaban dos escaleras de hormigón armado, voladas y sin apoyos, simétricas,
con barandillas de latón pulimentado y pasamanos de madera de acceso al
entresuelo, que al estar colocadas frente a las puertas de entrada permitían un
perfecto y ordenado desalojo. Junto a una de las escaleras una puerta nos daba entrada
a un pequeño espacio desde donde se accedía hasta las taquillas y en el que a
demás se había instalado una escalera de caracol que subía hasta el despacho de
dirección con iluminación cenital proporcionada por una amplia ventana que se
encontraba sobre las taquillas.[...]
El resto de la información la podrán encontrar en la página 232 de mi libro "Cines de Barrio"