En el año 1943 en las
inmediaciones del puente de Toledo, muy cercano a la glorieta del Marqués de
Vadillo se proyectó la construcción de un nuevo cinematógrafo aprovechando
algunos muros medianeros de la demolición de unas casas de vecinos y un solar
adyacente a estas.
El solar de forma trapezoidal y
con dos fachadas vistas se emplazaba exactamente en una de las esquinas que
formaban la intersección de las calles del General Ricardos n 14 y el camino
Alto de San Isidro hoy paseo del Quince de Mayo n 1.
En primer término el inmueble que se derribaría para la construcción del nuevo cinematógrafo
situado en el nº 14 de la calle General Ricardos (actual 8) pero al que se daba
entrada por el Camino Alto de San Isidro nº 1.
El antiguo edificio y el solar
colindante eran ambos propiedad de don Juan y don Sotero García, los cuales encargaron al
arquitecto J. de Lara la construcción de un cinematógrafo y una vivienda en el solar resultante con
superficie de 639,81 m2.
El proyecto salvaría el muro
medianero con la casa nº 16 de General Ricardos y parte de la cimentación del
antiguo inmueble, sumando además un solar en la parte más alejada a la calle
principal por donde se extendería el patio de butacas. El nuevo cine estaría
ligeramente ligado a las influencias del racionalismo ya que todos los
voladizos para balcones y marquesinas eran redondeados, sus muros eran altos y
sencillos paños lisos de cemento coloreado y tan solo servían como adorno las
líneas que proporcionaban los huecos de las ventanas. Este se levantaría en tres alturas y
albergaría una sala para 920 espectadores más una vivienda en la planta más
alta del inmueble y con entrada independiente desde el nº 1 del Camino Alto de
San Isidro. Ocupando un espacio sobrante en la planta baja se emplazaría además
un local para bar cafetería con comunicación y servicio al cine.
La sencilla fachada del nuevo cine Castilla a la calle del General
Ricardos.
Fachada lateral al Camino Alto de San Isidro.
La fachada más larga estaría
ocupada en gran parte por el patio de butacas ofreciendo de esta forma un ordenado
y rápido desalojo de la sala a través de tres puertas laterales de emergencia.
Las fachadas serían todas enfoscadas a la catalana con su correspondiente
zócalo perimetral de mampostería.
Planta baja del cine Castilla, se observa una ordenada, eficaz y sencilla
planta.
La entrada al local se había
dejado en la esquina en curva, creando un pequeño porche con dos columnas y
precedido de una pequeña escalinata que elevaba la planta unos centímetros
sobre la rasante y que estaba amparada por una marquesina también en curva. En el porche se encontraba una de las
taquillas y un espacio reservado para la publicidad quedando en el centro de
este la sencilla entrada al vestíbulo principal por medio de una puerta de dos
hojas. En este amplio espacio se habría
dos escalinatas de acceso a las localidades altas construidas íntegramente en
mármol y de 17 cm de altura y 30 cm de huella cada uno de los peldaños. El
suelo del los vestíbulos sería también mármol del mismo color que el de las
escaleras.
Entre los dos tiros de escalera y
como habíamos citado anteriormente se encontraba el local dispuesto para bar
con acceso desde el propio vestíbulo, y que podría funcionar completamente
independiente al cine. En la planta de sótano, y aprovechando la cimentación
del antiguo inmueble se instalarían los aseos masculino y femeninos, además de
un gran espacio de esparcimiento, la
carbonera y cuartos de calefacción del cine.
El sótano del cine Castilla. Se aprecian dos espacios completamente
diferenciados, el izquierdo es el procedente del derribo de la casa de vecinos.
La entrada al patio de butacas se
realizaría desde el vestíbulo de la planta baja a través de de tres puertas
dobles de 1,50m, dos laterales y una central desde las cuales nacerían tres
pasillos que surcarían la sala de lado a lado. El suelo del patio se
construiría con bastante inclinación hacia la pantalla, en madera sobre
rastreles: sobre este las 674 cómodas butacas. Como habíamos citado
anteriormente se podía desalojar la sala por medio de tres puertas de dos hojas
directas al camino Alto de San Isidro, dejando una cuarta y última puerta de
acceso directo al escenario que quedaba tras la pantalla, pudiendo utilizar la
sala indistintamente el local como cine, teatro o salón de actos.
Volviendo al vestíbulo principal
y ascendiendo por cualquiera de los dos tiros de escalera llegaríamos hasta un
nuevo vestíbulo donde se diseñó un gran hueco central con barandilla desde
donde se veía el piso inferior. En esta misma planta y utilizando la más
luminosa y mejor ubicación se situó el bar, con espacio suficiente para
instalar mesas y sillas conformando un amplio ambigú. Las escaleras seguían
ascendiendo una planta más, hasta el piso primero donde estarían las entradas
al entresuelo y la cabina de proyección. Al entresuelo que tendría mucha
inclinación se accedía desde dos huecos desde el vestíbulo, las bancadas se
habían diseñado también en madera como el suelo del patio de butacas y en él se
instalarían 246 butacas más.
Las plantas de entresuelo y principal, un local con todo lujo de detalles.
La cabina se diseñó con todos los
sistemas de seguridad del momento, materiales inflamables, puertas de hierro
que se abrían hacia el exterior, y una perfecta ventilación a través de una
amplia chimenea. En esta planta además se proyectaron además retretes para
caballeros y señoras. El local contaría con un sistema de baterías en caso de
corte de suministro eléctrico y un electrogenerador propio.
En la planta segunda y última y
ascendiendo desde un portal en el camino Alto de San Isidro por una escalera
completamente independiente al cine se establecía una amplia vivienda con tres
dormitorios, comedor, despacho, cocina, vestíbulo y cuarto de baños. La
vivienda se realizaría con materiales de primera calidad, solados de baldosín hidráulico
imitación de mosaicos, carpinterías en madera de roble, cocina con fogón doble
y termosifón para agua caliente sanitaria, etc.
Sección del inmueble. Obsérvese el sencillo esquema utilizado.
La vivienda de la planta segunda y parte del tejado de la sala.
La cubierta se realizaría con
cerchas metálicas que sujetarían el amplio tejado de “Uralita”.
Todos los que conozcáis la zona y
halláis continuado la lectura hasta este punto estaréis pensando que me he
equivocado en algo porque este edificio no está donde debería estar, y es que
desconozco las causas, pero este cine nunca se construyó.
El proyecto era impecable, el
solar ideal, no tenía ninguna pega pero no se llegó a edificar. Bien es cierto
que algunos años después se levanto dos números más abajo un nuevo cine
Reyzabal, el Cinema España, pero creo que esto no fuera impedimento para su
construcción. Cuando hace algunas semanas pedí en el Archivo de Villa la documentación
de un cinematógrafo en la calle del General Ricardos n 8 me entregaron este
expediente que muy posiblemente confundiera también a Mary G. Santa Eulalia y
Pascual Cebollada, ya que en su obra “Madrid y el Cine” dan datos inexactos acerca
de la construcción del cinema España, mezclando datos del cine Castilla con el
otro. Desde luego no tiene ninguna importancia ya que son mínimos los datos y
las fechas y localizaciones cuadran prácticamente.
Creo, porque no lo puedo asegurar
con fiabilidad que el edificio originario si se demolió y en su lugar se
construyó uno nuevo de más altura, aunque la fisonomía de ambos es prácticamente
idéntica, por lo cual se podría tratar de una reforma y ampliación. El solar
anexo lo ocupa una nueva edificación.
Situación del Cinema España y el cine Castilla prácticamente en la Glorieta
del Marqués de Vadillo y una vista del inmueble que ocupa el solar en la
actualidad.
En cualquier caso creo que no está de más conocer algunos proyectos, que
a pesar de no llevarse a cabo fueron verdaderas joyas de la arquitectura
Madrileña.
Autor: David Miguel Sánchez Fernández.
Fuentes:
Foro Urbanity. De Madrid al Cielo.
A.V 44-121-1 “Cine Castilla”
Bing Maps.
Google Earth.