El cine Moratalaz se instaló en un edificio construido en un
solar de propiedad de la Inmobiliaria URBIS situado en la parcela “H” de la
unidad vecinal, muy cercano a la actual plaza del Encuentro antigua plaza de
Pablo Garnica, con fachada a la calle de
Hacienda de Pavones frontera limítrofe entre esta parcela y la “G”.
Plano de la parcela “H”. Con un
circulo señalado el emplazamiento en el que se instalaría el cine.
En inmueble construido en un solar con ligera pendiente se
realizó con estructura de hormigón armado, muy cuidada ya que gran parte
quedaría al descubierto simplemente pintada al silicato. Los forjados cerámicos de las plantas del
edificio y escaleras de acceso a la planta superiores se calcularon para cargas
de más de 400 kg por metro cuadrado, reduciéndose a 350 kg en las zonas
destinadas a locales comerciales.
El gran contenedor que formaba el edificio fue realizado con
paños ciegos de ladrillo blanco visto, estructura que únicamente se rompía en la fachada principal
en la que se instaló a modo de cortina una gran celosía metálica que escondía un
hueco cristalera de grandes dimensiones que daba luz al ambigú y la planta de
cabinas.
En la parte delantera y con fachada a la calle de Hacienda de
Pavones un saliente de hormigón armado de una sola planta daba cobijo a varios
locales comerciales, dejando en su parte izquierda la entrada a la sala de
proyecciones.
Las fachadas principal y laterales del proyecto original ligeramente
modificado durante su construcción, se observa claramente el desnivel del
terreno.
La cubierta se realizó
con estructura de vigas metálicas sobre la que se realizó un forjado impermeabilizante
cubierto de tela asfáltica, con ligeras pendientes para evacuación de aguas
pluviales. Como única decoración superflua cabía mencionar las gigantescas
letras metálicas retroiluminadas con el nombre del local, Cine Mortalaz,
orientadas estratégicamente hacia su cara oeste con vistas a la plaza del
Encuentro.
El cine Moratalaz recién inaugurado.
(Imagen cedida por Ricardo Márquez)
De los nueve huecos para locales que se crearon en su fachada
tan solo los dos laterales fueron utilizados para la entrada de espectadores al
cine. El resto fueron adquiridos por una tienda de electrodomésticos muy
conocida en el barrio “Radio Quer Mendez” que amplió su espacio adquiriendo el
local anexo, y en el extremo opuesto a la entrada al cine se instaló un bar
cafetería, antesala de la sesión cinematográfica.
Traspasando cualquiera de las puertas que cerraban el porche
de entrada nos encontrábamos con un gran hall donde estaban las taquillas y el
verdadero acceso al cine. Subiendo dos peldaños y dejando a la izquierda las
taquillas nos adentrábamos en un gran vestíbulo, muy alto y alargado inundado
de luz natural y que corría paralelo a la fachada principal.
Un aspecto del amplio vestíbulo
principal del cine tomado desde el extremo opuesto al que estaba su entrada. (Archivo Regional de la Comunidad de
Madrid. Fondo Cristóbal Portillo.)
Frente a la entrada se encontraban los aseos para señoras y
caballeros, junto a estos, dos puertas de desalojo a la calle lateral y en el
otro extremo la contaduría y el despacho de dirección, pared con pared con las
taquillas. El amplio vestíbulo estaba solado con mármol y decorado con
sencillez, dejando ver alguno de los
pilares de hormigón al descubierto, y decorando sus paredes con paños de
ladrillo blanco visto o enlucidos con mortero y pintados en tonos claros. El
techo era una gran plancha de escayola corrida que escondía la iluminación
indirecta, escasa tal vez, pero que se veía reforzada por la gran cristalera
que iluminaba y ventilaba la estancia. En el extremo opuesto a la entrada se situaba
el bar, y junto a este una pequeña puerta de acceso al sótano donde se
encontraba los cuartos de servicio del cine.
Planta baja del cine en la que se
excluyen los locales comerciales anejos.
El acceso al patio de butacas se realizaba a través de seis
puertas dobles, dos de ellas colocadas en los laterales de la sala, y otras
cuatro en el centro. Todas conducían a sendos pasillos que recorrían de lado a
lado el patio de butacas. El suelo de “Sintasol” se había instalado sobre una
estructura de forma parabólica
confiriendo una perfecta visión de la pantalla desde cada una de las
localidades. Las butacas estaban realizadas en madera con asientos abatibles de
muelles y tapizadas con tela aterciopelada. En el patio de butacas había 946
localidades repartidas en dos amplios grupos, con tres pasillos longitudinales
que ocupaban una superficie total de 890 metros cuadrados. Las paredes de este
gran cubículo estaban enteladas del mismo color que las butacas, y formaban un
alto paño en sus cuatro caras, sin adornos, salvando únicamente un ancho listón
protector de madera que resguardaba la pared de golpes a una altura de medio
metro del suelo.
El techo de igual forma era una
gigantesca plancha de escayola ligeramente curvada que resguardaba la iluminación indirecta que
se deprendía por los extremos de esta. Todos los materiales utilizados eran
ideales para una perfecta absorción de las reverberaciones.
Un aspecto del patio de butacas desde el fondo de la sala.
(Imagen Ricardo Márquez)
Los muros contaban además con cámara
de aire y doble ladrillo hueco lo que le confería a la sala un perfecto
aislamiento térmico del exterior. En el muro frontal, donde se instaló la
pantalla no existía ningún tipo de embocadura, simplemente un gigantesco hueco
que se cegaba con las cortinas, tras las que se escondía una gigantesca
pantalla panorámica apta para proyecciones en Cinemascope. Contaba con un
pequeño estrado bajo la pantalla muchas veces utilizado para reuniones de
accionistas de la empresa Urbis.
Espectacular imagen del interior de la
sala del cine Moratalaz.
(Archivo
Regional de la Comunidad de Madrid. Fondo Cristóbal Portillo.)
En el patio de butacas existían dos salidas de emergencia,
una en cada lateral para desalojo en caso de siniestro. El local contaba además
con todos los adelantos y sistemas en prevención de incendios.
Volviendo al vestíbulo y frente a las
puertas de entrada al patio de butacas se construyeron las escaleras de acceso
a la planta superior, estás se desarrollaban de forma imperial, con un primer
tramo más ancho que se partía en la mitad de su trayecto en otros dos más
estrechos, está se construyó con peldaños de mármol, al igual que los
vestíbulos, y pasamanos de madera, sustituyendo la barandilla por planchas de
cristal templado unidas entre sí. La
escalera y los vestíbulos estaban muy iluminados de forma natural por el gran
ventanal con celosía que detallamos anteriormente.
Parte de la gran escalinata de acceso al entresuelo. (Archivo Regional de la Comunidad de
Madrid. Fondo Cristóbal Portillo.)
Hay un detalle en esta escalera y es que en su frente, bajo
la gran cristalera se realizó una pintura decorativa que abarcaba de lado a
lado de esta, en la que se representó un cuadro de Francisco de Goya.
Todos los que
imaginemos un cuadro de Goya para el vestíbulo de un cine de barriada
pensaremos en algún cuadro simbólico, agradable… pues no, ni más ni menos que
el fresco en cuestión era una copia de la tétrica obra titulada “Las Parcas” o
“El Destino”, de la época más oscura del ilustre pintor, y que a mí, a nivel
particular y siendo un crio no me trasmitiría más que miedo, y siendo un adulto
y conociendo su significado más todavía.”
El cuadro titulado “Las Parcas” que se
reprodujo en la escalinata de acceso al entresuelo del cine Moratalaz.
En la planta superior se construyó un gran vestíbulo de
descanso, en él, existían diferentes estancias. A ambos lados de la gran
escalera se encontraban los aseos para señoras y caballeros, un gran almacén u
oficina, un vestuario para el personal femenino con su aseo propio, y una
escalera de acceso a la planta segunda donde se había instalado la cabina de
proyección. Además existían dos rampas o vomitorios de paso al entresuelo con
sendas puertas de aislamiento.
Parte del plano de la planta de entresuelo.
Estos dos accesos culminaban en un
gran pasillo que distribuía ordenadamente las localidades que se habían dispuesto
en diez filas, lo cual conferían un aforo de 306 localidades más, que sumadas a
las anteriores daban un total de 1252 butacas.
Una perspectiva del patio de butacas y
el entresuelo al completo del moderno cine Moratalaz.
(Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Fondo Cristóbal Portillo.)
Subiendo por la escalera que citamos anteriormente y que
partía desde el vestíbulo superior llegábamos a la planta segunda o de cabinas,
donde se habían instalado diversas dependencias de servicio.
Un amplio hall dejaba daba paso a la
izquierda a un cuarto destinado a vestuario masculino, con su aseo; otra puerta
comunicaba con un amplio almacén, una tercera con la azotea que se cernía sobre
parte del vestíbulo inferior y que quedaba oculta tras la celosía, y la cuarta
y última daba paso a la cabina de proyección. Para acceder a la cabina de
proyección había que subir una pequeña escalera con baranda de hierro, en el
extremo opuesto de la estancia otra escalera bajaba de nuevo para dar paso al
cuarto de control y del operador. Este último a su vez se comunicaba con la
entrada por otra puerta a la azotea. Era una cabina de proyección muy amplia y
cómoda, con mucho espacio para trabajar.
Plano de la planta de cabinas y control.
La cabina de proyección del cine
Moratalaz. (Archivo Regional de la
Comunidad de Madrid. Fondo Cristóbal Portillo.)
La cabina contaba con dos proyectores Cinemecánica provistos
de equipos sonoros y con iluminación por arco y espejo, bombos para 1000 metros
de cinta y rectificadores de selenio de 100 amperios. Además poseía un
proyector de diapositivas para anuncios y un equipo de sonorización ambiental. Todo
el espacio fue alicatado y sellado con dos puertas metálicas, además poseía el
sistema de duchas sobre cada uno de los proyectores para casos de incendio.
Contaba con pasillo aislador entre la cabina y la sala impidiendo la
propagación del fuego a través de los huecos de proyección.
Sección del edificio del cine
Moratalaz, obsérvese las dos grandes vigas de hormigón armado que cruzaban de
lado a lado el edificio y que soportaban todo el peso del entresuelo.
En el sótano al que se accedía por
una escalerita desde el vestíbulo principal existían diferentes estancias. En la
primera y más grande se había instalado la caldera de calefacción, capaz de 250.000
calorías hora y que contaba con un quemador de petróleo. Junto a esta se
encontraba el grupo electrógeno para caso de emergencia, con un motor de
explosión a gasolina que accionaba un generador de corriente alterna de 220v y
45 kw. En otra estancia se encontraba el “Clima Artificial” o acondicionador de
temperatura, compuesta por dos compresores frigoríficos de la marca Wortington
para 60.000 frigorías/hora cada uno, y una cámara de refrigeración por cortina
de agua.
Planta sótano destinada a maquinaria.
Existían en esta planta además un cuarto destinado a
alumbrado supletorio compuesto por doce baterías con rectificador a 12 voltios,
lo que proporcionaba un alumbrado continuo en determinados puntos de sala para
casos de emergencia.
El cine construido por la
inmobiliaria Urbis y propiedad de la Compañía de Empresas Reunidas S.A.
(C.E.R.S.A) abrió al público en 1963, con modalidad 2º reestreno en sesión
continua desde las 4 de la tarde, cambiando de programa los lunes y jueves.
El local, situado en uno de los lugares más céntricos y
concurridos de la nueva urbanización tuvo un éxito arrollador, especialmente en
las sesiones de los viernes por la tarde, en los que la chavalería hacía fila
que llegaba hasta la plaza de Pablo Garnica para ver la película.
El cine Moratalaz en los años 70 en
pleno apogeo. (Imagen cedida por Ricardo Márquez)
La sala era abarrotada cada tarde y noche por centenares de
personas, en otras ocasiones fue utilizado como centro reuniones de Urbis,
donde realizaban sus concentraciones de accionistas.
Fueron años de bonanza hasta que en
1970 la familia Reyzabal abrió otro local no muy lejos de este, el cine Garden
en la avenida de Moratalaz, más grande y moderno, con lo cual la clientela se
repartía entre ambos.
Un aspecto de la zona comercial con el
supermercado Sarma en primer plano y el cine Moratalaz tras él. Años 70.
(Imagen cedida por Ricardo Márquez)
El cine Moratalaz fue perdiendo público al igual que los
demás cines de barrio y terminó cerrando en el año 1984.
Después de algún tiempo cerrado, el espacio se comenzó a
subdividir en plantas, perdiéndose por completo la antigua fisonomía del
edificio. La gran celosía frontal fue desmontada dejando ver su gran ventanal y
dando más luz al interior del local. Se levantaron nuevos forjados y se
desmanteló por completo la planta de entresuelo, confiriendo en la actualidad
tres alturas más sótano.
En un principio las plantas superiores fueron ocupadas por la
sede madrileña de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza,
quedando la planta baja ocupada por el centro de Salud Insalud, que servía para
descongestionar en parte el único centro existente en la zona. El resto de
negocios comenzaron a cambiar cada cierto tiempo.
El edificio del cine Moratalaz
reconvertido en nuevos usos. Imagen de los años 90. Obsérvese el centro de salud.(
Imagen perteneciente a la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza)
Otra imagen del inmueble en la
actualidad.
El lugar está irreconocible, a mí personalmente me costó un
rato encontrarlo, desfigurado y modernizado el antiguo local pasa desapercibido
totalmente y tan solo queda en la memoria de los que lo vieron y vivieron.
Especial agradecimiento
a Ricardo Márquez y a su blog Historias Matritenses por su colaboración.
Autor: David Miguel
Sánchez Fernández.
Fuentes:
-
Archivo de Villa de Madrid.
Signatura: 991-917-116884 y 992-036-122183
-
Archivo Regional de la Comunidad de
Madrid. Fondo Cristóbal Portillo.
-
Google maps. Visual maps.
enhorabuena David por tu entrada del cine moratalaz yo llegue a conocerlo funcionando aunque no llegue a entrar dentro al igual que me paso con el garden era un cine de barrio grande como todos los de la época pero que para nosotros eran lo mejor que conocíamos ya que los de estreno del centro no estaban al alcance de todos los bolsillos como echo de menos estos cines de barrio de sesión continua y en especial del barrio de chamberi el antiguo cine alvi después cinestudio griffith y posteriormente conde duque santa engracia pero ahí ya dividido en 5 salas muchas gracias David por estos ratos que nos haces pasar con tus entradas.un saludo
ResponderEliminarjose Luis toro molina
Muchas gracias a ti José Luis por tu comentario. Algunas veces y solo para algunas cosas me hubiera gustado tener más años y haber conocido el negocio de la proyección del cine en todo su esplendor.
ResponderEliminarSolo algunas veces ehh, que los achaques de la edad son muy malos.
Un abrazo y mil gracias.
Enhorabuena por el reportaje. Magnifico en todos los sentidos (como siempre, por otra parte).
ResponderEliminarDesconocía por completo la existencia e historia de este local (como es normal, puesto que nunca he vivido en Madrid). Era un local magní-fico, de esos que, desgraciadamente ya nunca volverán a existir y con una verdadera personalidad, sino vamos a ver, ¿alguien hoy concebiría que en el vestíbulo de unas multisalas un empresario hiciera pintar un mural inspirado ya no digo en Goya, sino en cualquier otro pintor?
Un abrazo y no te hagas tanto de rogar que te echamos de menos.
Hola Jordi.
EliminarNo te pierdes mi una ehh...!!! Siempre esperando una nueva entrada.
Realmente era un local muy completo, amplio, cómodo y no le faltaba nada. Una verdadera lástima, ahora lo de las Parcas... que hubiera sido el Guernica y todo y con eso... Pero bueno, algún sentido tendría.
Un abrazo y espero publicar pronto una nueva entrada.
Gracias por el artículo David, se lo he comentado a un amigo que vivió cerca por si desea comentar algo y para que lo lea. Saludos Atte.
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y por la publicidad. Creo que está muy completito pero seguro que algo se me escapa.
EliminarUn saludo.
Gracias, me ha encantado. Yo conocí y disfruté del cine Moratalaz desde que se abrió, y más tarde también del Tarden. Muchos recuerdos...
ResponderEliminarGracias, me ha encantado. Yo conocí y disfruté del cine Moratalaz desde que se abrió, y más tarde también del Tarden. Muchos recuerdos...
ResponderEliminarEsta hecho con esa intención, para que os guste y para que nos refresque un poco la memoria y no perdamos todos esos detalles de la infancia.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Hola David, una vez más he disfrutado con tu nueva entrada sobre el Cine Moratalaz. Aunque no lo conocí gracias a ti, ya tengo una información detallada sobre dicho local y, como siempre, me ha encantado saber un poco más sobre estas salas desafortunadamente desaparecidas, y que formaron parte del patrimonio de la ciudad, pues todas ellas en mayor o menor medida fueron piezas de arquitectura reseñables. Un abrazo, Jose
ResponderEliminarEs cierto Jose, estas salas son las que más proliferaron en la ciudad y de las que ya no queda ni una. Una verdadera lástima porque eran verdaderos coliseos que se podían haber reutilizado para otra función cultural pero... bueno el resto de la historia ya la sabes, para que vamos a entrar en pormenores.
EliminarUn abrazo y mil gracias.
Hola amigos.. Yo soy de Moratalaz y disfruté mucho de pequeño de éste cine y del Garden, que estaba al ladito de mi casa.. Solía ir con mi madre y hermanas.. Eran dos Salas flipantes.. Pero es que mi barrio es asi.. Flipante.. Que tienpos aquellos de mi niñez.. Habeis removido algo dentro de mi.. Un saludo a todos.. Joaquín
ResponderEliminarHola David y resto del foro,
ResponderEliminarMuchas gracias por este recuerdo, me ha llevado directamente con cierta nostalgia a mi infancia. Yo vivía enfrente de ese cine, los chavales teníamos como parada obligada ver en la cartelera los estrenos que aparecían cada semana, era como un ritual y cuándo podíamos y nos dejaban nuestros padres, pasábamos tardes enteras viendo las películas en sesión continua.
Cuando cayó en desuso y lo cerraron aún recuerdo que nos colábamos por la salida de emergencia y patinábamos por la pendiente de la sala de butacas, entre otras muchas más cosas...
Un abrazo
Fantástico recuerdo y aporte a este humilde blog. Gracias.
EliminarHola: Llegué a Moratalaz a punto de cumplir 5 años (Mayo de 1960).Por supuesto que conocí el cine Moratalaz,cuantas peliculas de John Wayne no habré visto en el.Que recuerdos,llevo años intentando buscar fotos de Moratalaz en los primeros años 60 (La Iglesia y Club que estaba en la Avenida de Moratalaz (Encima de los talleres de Urbis). A ver si hay por ahí alguien que tenga algo y las pone.Un Saludo.
ResponderEliminarExiste un libro que se titula Moratalaz y cuyo autor es Ricardo Márquez Ruiz en el que seguramente vengan imágenes de todo eso que nombras, contiene cientos de imágenes y tiene un precio muy asequible. Muchas gracias por el comentario.
EliminarSaludos.
Excelente esplicacion de los cines de Moratalaz se está destrozando todo
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