19 de octubre de 2021

EL CINEMA MADRID PARIS O IMPERIAL

Se cuenta que el arquitecto Teodoro Anasagasti junto con el ingeniero Maximiliano Jacobson allá por 1920, presentaron un proyecto ante la comisión de obras del  Ayuntamiento de Madrid, para la construcción de un nuevo inmueble correspondiente al número 10 de la Avenida de Pi y Margall, situado en la manzana K de la nueva Gran Vía, a cargo de la compañía francesa de grandes almacenes Madrid - París. Afirman que este proyecto, realmente fue realizado por el francés Charles Siclis, autor del Teatro Pigalle de París, y que Anasagasti se limitó a dar su visto bueno con la rúbrica.


Plano completo de la Gran Vía. Marcado en rojo el solar donde se levantaría el nuevo edificio Madrid- Paris.

El grandioso edificio ocuparía prácticamente la totalidad de la manzana K o 307, la más grande de la nueva avenida, y se alzaría en seis alturas más torreones, construyéndose en su totalidad con estructura de hormigón armado. Las obras comenzaron en el año 1922 y no se concluyeron hasta 1924, debido a que hubo que adquirir algunas viviendas aún existentes en el solar, como la número 40 de la calle Mesoneros Romanos y las números 19, 21 y 23 de la calle de Desengaño que fueron derribadas, conservándose tan solo en el solar la numero 25 que pasó a formar parte del nuevo complejo. 




Tres fantásticas imágenes del proceso de construcción del nuevo edificio Madrid-Paris.


En el centro de la imagen las obras de construcción del edificio Madrid-Paris 

El edificio propiedad de la sociedad Madrid - París, instaló en este inmueble la primera superficie comercial dedicada a la venta de artículos de todo tipo, donde además, se podía mirar. Hay que reseñar que ya existían en Madrid otros locales de este tipo pero que fundamentalmente se dedicaban a la venta de géneros textiles, como: los almacenes de los hijos de Simeón García y Cía., en la Plaza de  Santa Ana; los almacenes Rodríguez de la misma Gran Vía; o algunos otros que florecían a la par, relegando a segundo plano a los pequeños negocios de confección y sastrería tales como: El Corte Inglés o Sederías Carretas.


Excepcional imagen de la Gran Vía en 1924 en la que se ve en primer término los almacenes Madrid-Paris seguidos del edificio Fontalba. (Archivo Wunderlich 008601)

El negocio, dirigido principalmente a gente aburguesada y capitalista, debía estar a la altura que se pretendía ostentar, por lo que no se escatimó en ningún detalle de su decoración. El inmueble se caracterizaba por su gran  patio o hall culminado con una cúpula acristalada que inundaba de luz las dependencias. A este gran hueco asomaban el resto de las plantas a modo de balcones, realizándose en ellos maravillosos trabajos de forja y escayola. En este lugar fue donde se instaló la gran escalera, de estilo imperial que daría acceso de la planta baja a la principal. El resto de los pisos estaban comunicados mediante varios grupos de escaleras, junto a las cuales, también se habían instalado cómodos elevadores. El resto del edificio estaría ocupado por oficinas de alquiler y las propias de la compañía. En la planta sótano y con acceso directo desde la calle posterior, se instaló la trastienda y resto de servicios del edificio.



Dos espectaculares imágenes del edificio Madrid-Paris recién inaugurado. 
(Archivo Ruiz Vernacci VN 39452 39453)

El inmueble que se alzaba en seis alturas en su fachada principal y cuatro en la posterior, contaba con una gran zona porticada donde se instalaron amplios escaparates en los que se lucirían los artículos más relevantes, que aunque no pudieran ser comprados, al menos, se podía soñar con ellos.

La tienda se inauguró el día 4 de enero de 1924, con la asistencia de SS.MM. el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia. Para el evento el local se engalanó luciendo todo su esplendor, mostrando una magnífica selección de productos en exclusiva para los más afortunados.





La visita de SSMM y varios detalles del interior del local. 

Los primeros años del negocio fueron nefastos y no consiguieron obtener beneficios. Estos no llegaron hasta trascurrido un tiempo cuando aplicaron  nuevas tácticas de venta como el redondeo. A pesar de ello, la compañía se vio obligada a arrendar la parte más alta del edificio a la  emisora radiofónica Unión Radio, que instaló en el verano de 1925 en su azotea, dos altas antenas emisoras de onda corta.

Varios aspectos de las altas torres que instaló Unión Radio en lo alto del edificio Madrid-Paris.

Los grandes altibajos del negocio terminaron por hundir a la empresa, lo que obligó a la compañía a cerrar el negocio en 1933, lo que originó la división del local en varios espacios.


Los almacenes Madrid-Paris durante la época que en la que promocionaban sus artículos a precios redondos a 1, 2, 3, 4, y 5 pesetas.

La Gan Vía madrileña en los primeros años 30 con los almacenes Madrid-Paris ya en liquidación. (Fondo Alfonso)

Las obras de reforma serían llevadas a cabo por el propio Anasagasti que presentó un proyecto para el cerramiento de los soportales de la planta baja para ganar metros útiles, siendo este rechazado en primera instancia, y que fue modificado para conseguir su aprobación.


El interior de los almacenes Madrid-Paris vacíos y listos para su reorganización.

La fracción de superficie mayor, la situada en el lateral derecho del edificio, fue adquirida por la recién creada Sociedad Española de Precios Únicos, SEPU. Esta pretendía suplantar al antiguo gran almacén, consiguiéndolo en parte, dirigiéndose a un público mucho más modesto,  poniendo a la venta cientos de artículos a precios redondos a una, dos o tres pesetas.

El edificio Madrid-Paris ya fraccionado en varios negocios.


Planta baja del edificio Madrid-Paris tras fraccionar la parte correspondiente a las galerías SEPU. Circa 1933

Otra fracción del local en  planta baja pasó a convertirse en la Agencia Española de Turismo, viajes CARCO, a cargo de Ybarra y Cía. A su vez la esquina izquierda del edificio, servía de acceso a la planta principal donde se situó el restaurante LUCKY´S.






Varios aspectos y plano de planta de la agencia de viajes CARCO.


Publicidad correspondiente a la inauguración de Lucky´s bar.

La parte posterior de la finca, junto a una gran fracción de la planta principal, estuvo largo tiempo en posesión de la empresa fundadora, instalando en ellas principalmente exposición de mobiliario, hasta liquidar existencias.

Nacería de manos del propio Anasagasti el cine Madrid – París, siendo propiedad de los Sres. Martínez de Velasco, único vestigio de su anterior morador. La sala fue diseñada por el artífice del edificio con ayuda del aparejador Juan Manuel Serrano y se aprovechó el gran hueco bajo el patio central. El proyecto se realizó muy detalladamente, a fin de acoplarla sin necesidad de suprimir ninguno de los pilares de carga del edificio, teniendo que derribar la magnífica escalera que poseían los grandes almacenes.

 


Planos de planta baja y entresuelo del nuevo cine Madrid- Paris.


Sección del proyecto de construcción del cine Madrid-Paris

Tenía acceso principal desde la avenida de Pi y Margall  y secundario desde la calle posterior del Desengaño donde se instalaron las salidas de emergencia y entrada de personal.   El local constaba de una sola planta y gran altura, y estaba dividido en tres espacios claramente diferenciados, ocupando el primero parte de lo que fueran los antiguos soportales,  dedicándolo a vestíbulo y café bar. El segundo sería  la sala de proyección y el tercero destinado a retretes y resto de dependencias privadas del cine.

La sala de pequeñas dimensiones fue decorada con mucha sencillez y un moderno y acertado estilo decó muy en boga en esos momentos. La entrada al local se hacía desde la Gran Vía y estaba formada por dos gigantescos huecos cristalera, que iluminaban el interior durante el día y trasladaban el vestíbulo a la calle al anochecer, sirviendo de este modo de reclamo de los transeúntes, que sin quererlo se veían dentro de la moderna sala.


Fachada original del moderno cine Madrid- Paris en el número 32 de la Gran Vía madrileña.

El vestíbulo no era muy grande y estaba lleno de cortos tramos escalera que ascendían hacia la entrada de la sala, y que eran utilizados como medio propagandístico, colocando próximos estrenos en cada una de las contrahuellas de los escalones. El techo de la estancia, se inundó de círculos de luz, constituido por lámparas de incandescencia tamizada por un cristal opaco. A pesar de que el espacio era relativamente pequeño, la gran cantidad de luz que lo invadía y los espejos que engalanaban sus paredes,  creaban un efecto realmente sorprendente, dando una sensación de amplitud ficticia.

En el centro del vestíbulo se instaló una caseta metálica destinada a taquilla, y un poco más arriba, en la parte izquierda se construyó el bar. Allí en alguna ocasión se trasladó Chicote a deleitar a los congregados con sus modernos cócteles y combinados.


La pequeña y original barra del bar del cine Madrid-Paris regentada en algunas ocasiones por el bar-man Perico Chicote. (Fondo Santos Yubero)


Taquilla en el centro de la escalinata del entrada al vestíbulo del cine Madrid-Paris 

Merecía mención aparte y como nota de buen  gusto, una pequeña fuente de estilo decó instalada al fondo, frente a la entrada, junto a las puertas de acceso al patio de butacas. Fue diseñada por José Estrada siendo construida en bronce y cristal, cubriendo su fondo con espejo,  que daba sensación de profundidad inexistente.


Detalle de la original fuente situada junto a las puertas de entrada al patio de butacas del cine.

La entrada al patio de butacas se realizaba a través de dos grupos de de puertas dobles instaladas a ambos lados de la fuente, dando acceso directo a los pasillos que separaban en tres grupos las 698 butacas de aforo total del local.

El acceso a la cabina de proyección instalada en la planta primera, se realizaba a través de una escalera que precedida de un portal y daba servicio a las plantas superiores del edificio. Además, contaba con otro acceso desde la calle posterior que llegaba hasta esta por medio de una escalera de servicio y un angosto y oscuro pasillo que corría paralelo a la sala. La cabina estaba completamente revestida de material aislante y además, contaba con numerosos sistemas de detección y extinción en caso de siniestro.

En la planta primera se encontraban las bombas de extracción y refrigeración del local, quedando la caldera de carbón en el sótano del edificio. Contaba el local con un sistema de calefacción doble, tanto por aire caliente como por radiadores de agua, y lo último en sistema de refrigeración, concebido por el ingeniero Braulio Alfageme.

El patio de butacas se había solado con pavimento plástico continuo y tenía una ligera inclinación hacia la pantalla. Las butacas fueron construidas por las Sillerías Segura y forradas en terciopelo gamuza. Las paredes se decoraron con sencillez, paños lisos únicamente rotos por un gran cuerpo volado que rodeaba todo el perímetro. Tras este se escondían la iluminación indirecta y progresiva,  un proyecto llevado a cabo por el ingeniero Eduardo Carvajal. Paredes y techos se forraron con planchas de corcho puro y aglomerado, lo que evitaba la incómoda resonancia de las ondas sonoras, consiguiendo mantener un clima ideal en cada caso.



Dos detalles de la moderna pantalla instalada en cine Madrid-Paris.

La pantalla  contaba con un novísimo sistema de expansión. Permitía modificar sus dimensiones de una forma automática a través de un mando instalado en la cabina. La sala, sin ningún tipo de decoración superflua, tenía los techos y paredes continuados, consiguiendo así un habitáculo muy moderno, libre de reverberaciones y ecos tan incómodos en las proyecciones sonoras.

Desde una puerta instalada en el lado izquierdo de la pantalla se accedía a un largo pasillo de evacuación a la calle  del Desengaño. A su vez servía de acceso a los aseos masculinos y femeninos; a los vestuarios de los empleados; al almacén de limpieza y a una escalerilla de caracol que descendía a la caldera de carbón del sótano.


Programa inaugural del cine Madrid-Paris

El cine Madrid - París abrió sus puertas el día 20 de Abril de 1935 con el programa “¡Música y Mujeres!” además de “Aladino y la lámpara maravillosa”, en sesión continua desde las once de la mañana hasta la una y media de la madrugada.




Dos imágenes de la fachada e interior del vestíbulo del cine Madrid-Paris en sus primeros años de andadura. (Archivo Santos Yubero)



Estreno de la cinta "Vía Láctea" interpretada por Harold Lloyd a principios de 1936

Durante la Guerra Civil siguió funcionando, aunque de forma interrumpida, debido a los continuos desperfectos que causaban los obuses cayendo continuamente en la gran avenida. Finalizada la contienda y subsanados los daños materiales, el cinematógrafo continuó con sus proyecciones.

La vida continua en una ciudad asediada por los continuos bombardeos. El restaurante Lucky´s aparece destruido en esta imagen, a la derecha la entrada al cine Madrid-Paris


Espectacular imagen tomada durante uno de los muchísimos bombardeos que sufrió la Gran Vía. En primer plano la antigua agencia de viajes CARCO incautada por la UHP (Uníos Hermanos Proletarios)


Uno de los muchos daños causados por los obuses en la estructura del edificio Madrid-Paris. Imagen tomada desde una de las calles laterales.

El día 17 de mayo de 1939 ostenta en su fachada un nuevo nombre, Imperial, sin variar siquiera la película en cartel. Desde este momento comienza una nueva andadura en un Madrid destruido por la guerra.


Interior del local durante el homenaje que se realizó a José Antonio Primo de Rivera, discurso y proyección del entierro. 1939. (Fondo Otto Wunderlich) 


La entrada al cine Imperial durante los primeros años 40. Se desconoce la película en cartel.


Entrada al cine Imperial durante los años 40.


Flechas de Portugal y del protectorado de Marruecos a las puertas del cine Imperial dispuestos a partir a las colonias veraniegas. Mediados de los años 40.

A finales de los años cincuenta, un ambicioso proyecto de ampliación dotó al edificio de varias plantas más, el cual fue llevado a cabo por el arquitecto Fernando Cánovas del Castillo.  Estas nuevas plantas serían ocupadas por los prósperos estudios de la emisora Unión Radio. Esta reforma conllevó la demolición de los dos grandes torreones laterales que coronaban el edificio. En su lugar se erigieron tres plantas pisos más, manteniendo en su fachada la misma estructura y decoración.

En esta ocasión, se coronó el inmueble con una cúpula central, sobre la que se situó una escultura de la Unión y el Fénix Español. Esta empresa ocuparía varias plantas del local en los años venideros, siendo la impulsora de esta gran reforma.


La avenida de José Antonio o Gran Vía una tarde de otoño a finales de los años 50

Los locales comerciales de la planta baja fueron variando de moradores, a excepción, del cinematógrafo y los almacenes SEPU que más que nunca tenían exitosas ventas. La agencia de viajes Carco desapareció y el local se dividió en varios negocios del que nacería una nueva cafetería “NEBRASKA” que resistió casi hasta nuestros días. El cine se reformó perdiendo parte del vestíbulo y quedando un solo hueco a modo de entrada de los espectadores, concediendo el resto a una agencia de viajes CYRASA 


Curiosa imagen tomada hacía 1961 del edificio Madrid-Paris Obsérvese la ampliación de sus plantas superiores y el detalle del cine Imperial con un único hueco de acceso, dejando el resto de su fachada a la agencia de viajes CYRASA.

Los años pasaban y cine Imperial seguía intacto, es por ello, que en el año 1961 y bajo un proyecto del arquitecto Mariano García Benito, también se reformó por completo la sala de cine aprovechando el lavado de cara general del inmueble. Se le dio un aire clásico más acorde al momento, perdiendo por completo su moderno y funcional estilo art decó.


Imagen de los primeros años 50 antes de la reforma total del inmueble, cuando el cine Imperial ya había sido reformado por Mariano García Benito.

El techo del vestíbulo perdió sus plafones de cristal y los sustituyó por royos de película, que en forma de araña, se unían entre sí. En esta ocasión se le dotó de iluminación por fluorescencia, siendo mucho más sencilla y económica. En el lateral izquierdo del gran hueco de entrada se había instalado un gran mostrador además de varias vitrinas para la venta y exposición de libros o artículos relacionados con el cine.

Escalinata de entrada del moderno cine Imperial en 1961


Otro aspecto de la entrada al cine. Obsérvese el espacio destinado a librería en el lateral izquierdo de la entrada. En el centro de la imagen se aprecia la amplia barra de bar clausurada con unos tableros a modo de cierre hasta el inicio de las proyecciones.



Otros dos aspectos del amplio vestíbulo de entrada la cine Imperial en los primeros años 60

La fuente que nos dio paso a la sala fue suprimida y en su lugar se situó un paño liso de cristales. También la trasformación del interior de la sala fue drástica, eliminando de un plumazo todos los detalles decó y reemplazándolos por un estilo mucho más clásico y recargado. El gran paño corrido fue coloreado con figuras geométricas, y adornado en su parte superior con balaustradas, pináculos y florones dorados. Se cambiaron las butacas y se redujo su aforo, concediéndole más espacio a cada uno de los espectadores. Los sistemas de iluminación, sonido y proyección fueron sustituidos por otros, más eficientes y modernos dotando al local de todos los adelantos del momento.



Varios aspectos de la suntuosa sala del moderno cine imperial. 


El edificio Madrid-Paris a mediados de los años 60.


Publicidad con varias imágenes del interior del local correspondientes a 1966.



Varios aspectos de la Gran Vía a las puertas del cine en los años 60 y 70


Una tranquila Gran Vía en los años 70

Una tarde cualquiera de 1973 a las puertas del cine Imperial.

Con todo, no sería esta la última reforma. A finales de los años ochenta se modificó por completo su decoración. Se convirtió en una más de esas salas modernas de proyecciones de la Gran Vía. Paños oscuros, poca iluminación y modernos sistemas de proyección en formato digital y sonido THX Dolby Digital en 35 mm.  También contaba con proyección en 70 mm y sonido magnético, lo cual, confería al local una de las mejores infraestructuras de la capital.


Dos imágenes de la entrada al cine Imperial a principios del siglo XXI

De igual manera que en las anteriores ocasiones se volvieron a sustituir las butacas por otras más modernas y cómodas, menguando nuevamente el aforo hasta reducirlo prácticamente a la mitad del inicial.

Llegado el nuevo siglo comenzaron a desaparecer los antiguos inquilinos del inmueble. Unión Radio, que había pasado a denominarse Cadena Ser hacía algunos  años, ampliaba sus horizontes y se convirtió en el Grupo PRISA. Adquirieron las plantas superiores del inmueble donde se establecían las oficinas de la Unión y el Fénix Español.

En la planta calle el grupo textil Inditex se hacía con un gran local en la esquina izquierda del edificio, instalando en ella su buque insignia, ZARA. Con posterioridad se reubicaría en otro inmueble cercano dejando espacio a Lefties, también del grupo Inditex.

Los grandes almacenes SEPU cerraron a mediados del año 2002, dejando muchas deudas pendientes y un eslogan que quedaría en la memoria de muchos: “Quien calcula, compra en SEPU”. En su lugar la compañía H&M, rival de Inditex, abrió una de sus tiendas más grandes, poco antes de adquirir el edificio completo del vecino cine Avenida.

El Imperial fue el tercero en caer. Rendido y abandonado después de tantos años de proyección, terminó absorbido por El Corte Inglés y reconvertido en una tienda Sfera, que poco después se trasformó en Sephora. Con esta obra se destruyó por completo cualquier vestigio de su antecesor.


Lo que fue la entrada al cine Imperial hacía 2005, deformado y transformado en una tienda más de ropa.

Después le  tocó el turno a la cafetería Nebraska, que dejó paso a otra firma textil rival, MANGO. Tan solo quedaba ya la agencia de viajes CYRASA convertida en Viajes Iberia y el pequeño negocio instalado en lo que fue el portal de acceso al entresuelo, donde se establecía ya algunos años antes una heladería con el nombre de PALAZZO.


Lo que fue la cafetería Nebraska en proceso de reforma para convertirse en otra tienda ropa más.

Parecía que la historia que había cambiado tan de golpe en los últimos años había llegado a su fin. Pero a comienzos de la década de 2010 todo da un giro. Se  pr
esentó un nuevo proyecto para la recuperación, en parte, del antiguo espacio ocupado por los grandes almacenes Madrid - París, incluyendo las cuatro plantas altas y destinándolo a uso comercial.

Las obras comenzaron en 2013 desalojando las plantas superiores del inmueble y volviéndolas a dejar diáfanas como eran primitivamente. Por último, la planta calle, daría entrada a la nueva tienda por los dos huecos ocupados por el cine Imperial  y en la actualidad por Sephora, Viajes Iberia y Helados Palazzo.

Aspecto de las obras de demolición y reforma del interior del edificio Madrid-Paris. En la imagen se aprecia la estructura metálica que sujetaba el techo de la sala del cine Imperial ya transformado en la tienda de moda Sfera.

La obra de reforma pretendía devolver la estructura originaria al inmueble, vaciando el patio interior y construyendo de nuevo la escalera principal que recordemos se derribó para la construcción del cine.


Fachada en la actualidad del remozado edificio Madrid-Paris ocupado por la firma irlandesa Primark 


El interior de los almacenes Primark pretende recuperar la esencia de su antecesor Madrid-Paris


La recién construida escalera en el centro de la tienda Primark, recordemos que su antecesora fue derribada para instalar el patio de butacas del desaparecido cine Madrid-Paris

Y así se ha hecho, la firma Irlandesa low cost  Primark ocupa gran parte de lo que, en su día, fueron los grandes almacenes, esperemos que este sea el inicio de una recuperación progresiva, que devuelva a la capital uno de sus locales comerciales más antiguos, los Madrid-Paris.

 

Autor: David Miguel Sánchez Fernández.

Especial agradecimiento a Jorge González Mancebo y a Cruz Delgado por su colaboración.

 

Bibliografía e ilustraciones:

- A.V.  16-111-37 (Construcción de un edificio comercial en la avenida de Pi y Margall) 1921 / 44-17-31 (Reforma de los grandes almacenes Madrid-Paris) 1934

- ANASAGASTI, T. Revista Cortijos y rascacielos: casas de campo, arquitectura, decoración, num. 22, 1944, Págs. 368-371 (Un cinematógrafo de actualidades en Madrid)

- ANASAGASTI, T. Revista Nueva Forma, año II, num. 7, 1935-1936, Págs. 368-371

- Revista Madrid, Turístico y Monumental, año I, num. 2, marzo de 1935. (portada)

- Revista El Eco de la Patronal, año XIV, num. 298, 4 de abril de 1935, Págs. 4-11 (Cinematógrafo Madrid Paris - GARCIA PEREZ, J.)

- CEBOLLADA, Pascual y SANTA EULALIA, Mary G. Madrid y el Cine. Madrid: Comunidad de Madrid, 2000.

- Archivo de la Villa de Madrid. (A.V.)

- Archivo General de la Administración. (A.G.A.)

- Biblioteca Nacional. (B.N.)

- Hemeroteca Municipal de Madrid.

- www.cruzdelgado.com