Entre 1929 y 1930 los arquitectos D. José Mª Mendoza Ussia y D. José de Aragón Pradera, proyectaron la construcción de un edificio de viviendas y locales comerciales en un solar correspondiente al nº 32 de la Avenida de Eduardo Dato con vuelta a la calle del General Mitre. La edificación que se alzaría en ocho alturas más baja, sótano y áticos, se construyó con estructura de hierro y muros de ladrillo enfoscados, dando un verdadero acabado de lujo al inmueble. Este se terminó oficialmente el día 15 de abril de 1931, fecha en la que se da la autorización para su ocupación como viviendas de alquiler, propiedad de D. Jesús Ussia.
Fachada principal del edificio.
Alzado lateral del edificio a la calle del General Mitre.
El edificio contaba con tres amplios locales comerciales, y una planta de sótanos donde se habían instalado dos amplias naves para alquiler, el cuarto de calderas de la calefacción, los lavaderos, y los camarotes o trasteros de las viviendas. En la parte posterior y con acceso desde el mismo portal o a través de una escalera posterior de servicio, se podía descender hasta la vivienda del conserje, que a pesar de encontrase en la planta sótano disponía de luz cenital proporcionada por un amplio patio interior.
El edificio recién acabado. Todos los huecos del local de la planta baja a excepción de los tres de la fachada principal más cercanos al portal, serían ocupados por el cine. Obsérvese el solar contiguo donde se construiría el edificio Coliseum.
Planta baja del edificio antes de su conversión en cinematógrafo.
El 28 de Abril de 1933 se solicita la licencia para la instalación y construcción de una pequeña sala de cinematógrafo con aforo inferior a 500 butacas en los locales comerciales del edificio. La obra sería ejecutada por los mismos arquitectos que construyeron el inmueble, estos redistribuyeron el interior y cegaron el patio de luces principal, teniendo que sustituir la antigua vivienda del portero por otra en la planta de entresuelo ya que la del sótano se quedaba sin luz cenital. Hubo que sustituir los muros de carga por pilares y vigas de sustento; quien mejor que los propios arquitectos para saber que modificar. Se derribó parte del piso de entresuelo para construir el patio de butacas y se realizó una nueva plataforma para la planta de entresuelo con armadura de hierro y forjado de ladrillo. La sala de pequeñas dimensiones, contaría con todos los detalles y avances del momento, sin escatimar por supuesto en seguridad. [...]
Excelente reportaje, como sala pequeña debio de ser preciosa, estuve viendo la decoracion en los planos y los dos arcos ciegos me parecieron similares a los que hay en el Coliseum, solo que sin decoración. Es una pena que haya desaparecido, y dejado paso a una cadena de comida rapida, que no aporta para nada originalidad y desvirtua el perfil de la Gran Vía. Ojala se pudieran ver fotos de su interior original! Animo con los reportajes y esperamos nuevos!
ResponderEliminarGracias Sindo, yo tambien pense en el Coliseum al ver los nichos laterales, tenía que ser todo mucho más pequeño. Yo realmente conocí las salas en sus ultimos días, siempre pensé que no era tan antigua. Muchas gracias por tu siempre positiva aportacion, seguiré buscand alguna imagem del interior, aunque creo es bastantante complicado.
ResponderEliminarSaludos.
Fuí a este cine cuándo vivía en la zona, y cómo apunta Sindo, nunca imaginé que fuera tan antiguo. Cómo siempre genial reportaje, y mal sabor de boca, al ver cómo ha dado paso a un nuevo negocio...
ResponderEliminarSaludos,
Gracias mcarmen, siempre puedo contar con vuestro comentario que aunque siempre os lo diga es el motor que me mueve a seguir escribiendo. Muchas gracias.
ResponderEliminarHola de nuevo:
ResponderEliminarYo recuerdo haber estado una vez en este cine hace muchos años, en la década de los 80. Era una sala acogedora y con un horario de lo más variado. Desgraciadamente el desamparo a estas salas históricas que brinda el Ayuntamiento de Madrid va a traer la desaparición de muchos de estos locales en la capital que ve vulgarizarse dia a día su centro histórico.
Yo estuve un par de veces, no era una de mis salas, sobre todo porque no me pillaba cerca. Recuerdo que una de las pelis que ví fue "Las Adolescentes", con Victoria Vera en sus años mas mozos, que tambien eran los mios. Saludos David
ResponderEliminarMuchas gracias Jordi y Domingo. Suerte que lo visteis con vida. Yo tan solo fuí una vez, y la verdad que vi una pelicula un poco rara, fue mas curiosidad que por otra cosa y realmente parecía de juguete, a demas recuerdo que los techos del entresuelo eran muy bajos. De cualquiera de las formas es una lastima haberlo perdido. Un saludo y gracias por vuestra aportación.
ResponderEliminarMagnífico y espectacular tu reportaje, como siempre. Es una suerte que hayas podido encontrar una foto del cine Azul con sus letras alargadas (llevo tiempo buscándola y sin resultado).
ResponderEliminarRecuerdo que allí se estrenó "Gritos y Susurros" de Ingmar Bergman, con grandes colas, allá por 1974. Era esta una película censuradísima, con enormes cortes que modificaban la historia hasta el punto convertir una relación de amor-maternal, entre dos mujeres, en una relación lésbica.
Sólo puntualizar una cosa de este estupendo trabajo que has realizado: En la foto, cuyo pie dice "Única imagen del antiguo cine Azul en la entonces Avenida de E. Dato" me he dado cuenta de que aparece la Torre de Madrid y el Edificio España, construidos posteriormente a la guerra civil por lo tanto avenida no se podía llamar Eduardo Dato, sino avenida de Jose Antonio, aunque para todos siempre se llamó GRAN VIA.
Un saludo muy afectuoso y felicitación sincera.
Muchas gracias Charo, me parecía raro que no me hubieras dejado un comentario. Ya esta modificado el pie de foto. Espero seguir recibiendo tus emails que siempre son tan gratos y que hace tiempo que no me mandas. Un afectuoso saludo, y adelante con tu investigación.
ResponderEliminarGracias
Muy interesante como siempre. Lo del cambio de nombre seguramente se debió a la ley que hubo después de la guerra contra los nombres extranjeros. Por cierto, lo de Cine Azul les quedó muy "franquista" (era 1939).
ResponderEliminarEl salón del restaurante aún recuerda al cine, se aprecia la forma del patio de butacas y la platea, que se conserva.
Gracias Tomas por tu comentario, a lo mejor algún día entro a verlo. Sobre lo del nombre estoy completamente de acuerdo contigo, creo que fue el color mas apropiado. Un saludo y muchas gracias.
ResponderEliminarSabor agridulce dejan siempre estos textos. Emociona leerlos y entristece ver cómo la Gran Vía se ha convertido en una calle como cualquier otra...
ResponderEliminarImpresonado quedé cuando me senté en una de sus confortables butacas para ver "Secretos de un matrimonio" de Bergman. Mi primer pensamiento fué: muy buena tiene que ser la película para no dormirse en esta maravilla de butaca. Posteriormente y poco antes de la definitiva muerte del azul vi una película y al sentarme en sus butacas pensé en el progresivo deterioro de lo que no se cuida con cariño. En fin una pena. Pero seguiremos buscando lo agradable y lo que se hace con pasión. Realmente interesantes vuestros estudios sobre los cines madrileños. Gusta saber que queda gente con sensibilidad
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, yo realmente lo conocí de refilon, pero creo que tu afirmacion de que cuando las cosas no se cuidad con cariño no duran es completamente cierta. Su final estaba mas que anunciado, el local era un caramelo y el publico no respondia ni siquiera para llenar esa pequeña sala. Un saludo y mil gracias.
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