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15 de febrero de 2010

EL CINE DEL CALLAO.(El primer cine de Luis Gutiérrez Soto).


En 1926 se le encargó al joven arquitecto recién licenciado Luis Gutiérrez Soto, la construcción de un cinematógrafo en la reconfigurada Plaza del Callao, en la famosa Gran Vía Madrileña. Este, que sería el segundo proyecto de relevancia del arquitecto, debía erigirse en un solar en esquina, muy alargado y estrecho que crearía ciertas complicaciones al proyecto. El terreno se hallaba junto al solar que ocupó el antiguo barracón del Callao (ya citado en capítulos anteriores) y que había sido demolido tras la reforma de la avenida. El solar era tan largo que era imposible realizar una proyección desde una cabina situada en uno de sus extremos hasta el fondo, razón por la cual se tuvo que acortar su superficie proyectándose un pequeño edificio dedicado a oficinas al fondo, en la parte más estrecha del terreno. La entrada indudablemente se realizaría por la fachada a la plaza del Callao y la sala se desarrollaría paralelamente a la calle de Jacometrezo facilitando así la salida de emergencia del local. También se proyectó un café, salón de té, cine de verano y salas de billar, convirtiéndose en un nuevo complejo de recreo.


Alzado principal a la Plaza del Callao del nuevo cinematógrafo.


Alzado lateral a la calle de Jacometrezo. Se distinguen claramente tres partes, la primera destinada a accesos, salas de espera y descanso, la segunda a cuerpo principal del patio de butacas, y la tercera a edificio de oficinas y local comercial.

El edificio se construyó en un plazo de ocho meses, durante la primavera y el verano de 1926, ascendiendo su coste a un total de 1.250.000 pesetas de la época. El edificio se realizó con estructura de hormigón armado, y para sustentar el anfiteatro se utilizaron dos vigas con un voladizo de cuatro metros, una de ellas, la mayor de 22 metros de luz era del tipo Vierendel, la cual permitiría el acceso al anfiteatro por sus extremos.


Imagen de la Plaza del Callao antes de la construcción de los edificios.
 
La estructura de hormigón armado fue recubierta de ladrillo tosco de un pie de espesor y un tabique con cámara de aire para preservar los cambios bruscos de temperatura. Las fachadas iban ricamente adornadas, y como el propio Gutiérrez Soto dijo: “No se ha pretendido seguir estilo alguno, buscando la monumentalidad y elegancia que su emplazamiento exige, en la sencillez de sus líneas y la proporción de sus elementos clásicos […]”, un tanto ecléctico, mezcla de estilos, dejó entrever influencias neobarrocas, con elementos “art-decó” y cierto aire vienés. La verdad es que sus amplias fachadas estaban decoradas con mucha elegancia, grandes paños esgrafiados en color rojo profundo con filigranas blancas, encuadrados con molduras de piedra artificial en tonos claros, dejando el resto de la superficie coloreada en tono beige amarillento, la carpintería en color rojo adornada con preciosas vidrieras en todos sus huecos, y ornamentos metálicos en torreón y puertas de acceso con gran influencia “art-decó”. Alrededor de todo el inmueble se creó un alto zócalo de mármol que ensalzaría jambas y dinteles de cada una de las puertas de entrada y salida del local, al igual que las carteleras colocadas a ambos lados de la puerta principal. Se realizaron a su vez, elaborados trabajos de ornamentación en piedra artificial sobre las puertas de entrada al café, mereciendo mención aparte tres esculturas situadas sobre la cornisa de la planta baja. La parte superior del edificio fue rematada por un alto torreón luminoso en esquina, emblema de las salas de espectáculos, visible desde la Puerta del Sol, Gran Vía y la calle de San Bernardo. El resto de la fachada a la plaza del Callao fue rematada por una celosía metálica donde se colocaría el título y artista principal de la proyección.
 

Una de las primeras imágenes del Cine del Callao.


Proyecto para parte de la fachada a la plaza del Callao. En él se puntualizan cada uno de los detalles. Concretamente corresponde a la entrada principal al café de la planta sótano donde con posterioridad se instalaría una de las mejores salas de billar de la capital.

El remate de la fachada a Jacometrezo se había realizado por un grupo de columnas dóricas que sujetaban una magnífica pérgola de piedra artificial, que configuraba uno de los laterales de la sala de verano situada en la azotea.

 
Excepcional imagen de la plaza del Callao antes de construirse el Edificio Carrión, situado al otro lado de la calle de Jacometrezo. Obsérvese el detalle de la pantalla del cine de verano al fondo del edificio y la cabina de proyección en su otro extremo sobre la entrada principal.
 
En la imagen superior se pueden apreciar claramente los detalles descritos hasta el momento. Véase las esculturas situadas a cada uno de los lados de la entrada. En la parte izquierda de la fachada principal se encontraba la entrada al café de la planta sótano. La esquina redondeada se aprovechó para situar la cartelera donde se podían contemplar los próximos estrenos. En el lateral a Jacometrezo se ven claramente las cuatro salidas directas del patio de butacas, y al fondo el edificio de oficinas, anexo donde el propio Gutiérrez Soto estableció su estudio.[...] 

El resto de la información la podrán encontrar en la página 42 de mi libro "Cines de Madrid"