En el recién inaugurado tercer tramo de la Gran Vía, conocida en esos momentos como avenida de Eduardo Dato, se construiría en los primeros años 30 uno de los mejores teatros de la capital que además ofrecía el servicio de cinematógrafo y sala de conciertos. El solar que tenía 18 metros escasos de fachada a la Gran Vía se desarrollaba como un largo corredor de 32 metros, hasta desembocar en un espacio de forma trapezoidal que se afilaba en su parte más profunda y con fachadas a las calles posteriores del General Mitre con 46,20 metros de fachada y otros 19,65 a la calle de San Ignacio.
La sala de espectáculos por lo tanto, iba a estar inserta en un edificio con fachada a la Gran Vía que serviría de entrada principal y donde se configurarían sus amplios vestíbulos, mientras que el patio de butacas y demás servicios quedaban en la parte posterior lo cual les dotaban de accesos y salidas de urgencia a las calles posteriores.
La sala de espectáculos por lo tanto, iba a estar inserta en un edificio con fachada a la Gran Vía que serviría de entrada principal y donde se configurarían sus amplios vestíbulos, mientras que el patio de butacas y demás servicios quedaban en la parte posterior lo cual les dotaban de accesos y salidas de urgencia a las calles posteriores.
Fachada principal del edificio.
El famoso compositor español Don Jacinto Guerrero propietario del solar, encomendó la construcción del edificio a los ya afamados Arquitectos D. Pedro Muguruza y D. Casto Fernández Shaw que realizarían un proyecto impecable. Se construyeron en el solar dos edificios de viviendas además del teatro, uno de lujo con entrada desde el Paseo de Eduardo Dato y otro más sencillo en la calle posterior del General Mitre, conformándose además en los sótanos del primero, una sala de baile. El edificio se construyó enteramente con estructura de hormigón armado; el inmueble de viviendas se elevó en diez alturas mientras que el teatro contaba con patio, entresuelo y principal con un aforo total de 1.740 localidades.
Fachada principal del edificio a la avenida de Eduardo Dato durante su construcción. Obsérvese que aunque el edificio estaba aún inacabado, sobre la marquesina ya aparecía el reclamo de que próximamente se instalaría una nueva sala de espectáculos.
Detalles de la construcción de los anfiteatros del cinematógrafo. Véase la sobrecarga realizada con sacos de tierra para simular el peso de los espectadores. Siempre que se realizaban estas pruebas, las cargas se comprobaban al doble del peso que debía aguantar, asegurándose así un perfecto sustento de la estructura.
Impresionante imagen tomada desde lo más alto del edificio, se ve claramente el patio de butacas, el entresuelo y el principal, además de la embocadura del escenario y el muro divisorio construido completamente en hormigón armado.
La superviga de hormigón armado que sujetaría el anfiteatro.
El resto de la información la podrán encontrar en la página 80 de mi libro "Cines de Madrid"